lunes, 6 de abril de 2009

Boca Unidos se llevó un excesivo premio ayer

Con la figura “enorme” del pibe Fabio Benítez que se atajó todo, con un penal “de dudosa reputación”, con una injusticia “descomunal”, Boca Unidos se llevó tres puntos, luego de ir perdiendo 1 a 0 todo el partido, finalmente derrotó a Mburucuyá por 2 a 1
“Injusta” (en letras de molde) se puede decir que fue la derrota del equipo del interior que vino a jugar al fútbol, así de frente, sin artimañas, que entrenaron cada uno por su lado, sin técnico, sin jugadores (tenían un solo recambio, Roque Soloaga), con un golazo convertido por Raúl Barrios a los 40’ de la etapa inicial y luego de luchar tanto, se quedaron con las manos vacías. Ese fue Mburucuyá. Así se cerró la penúltima fecha del torneo Oficial de primera división de la Liga Correntina de Fútbol.
Desde el mismo inicio del segundo tiempo, como un “león herido”, Boca Unidos se lanzó a un ataque desesperado en pos de la igualdad. Su jugador de recambio, Marcos Toledo, junto con Esquivel Breard fueron los que más situaciones generaron frente a la valla del pibe Benítez, pero éste, una y otra vez, adelantándose en unas, tirándose a los pies en otras, “volando” (para la foto) en otras, fue “acallando el grito de gol”. Pero por si fuera poco, Fernando Gaitán, Naessens, Felipe Gómez despejaban cuanta pelota llegara por arriba o por abajo, y allá arriba, estaban esperando cuanta pelota viniera por aire para recibirla y emprender un contragolpe, vía Héctor Ayala y José Mario Galarza. El cero a uno no se podía romper. A los 6’ centro de Tedesco y Ebel que les gana a todos, cabeceó, pero en lo alto Benítez contuvo. A los 10’ Tedesco que llega hasta el arquero y lo elude, pero se le va larga, caído el arquero y Gaitán, Tedesco de media vuelta le pegó, pero otra vez el pibe que desde el suelo se estiró y con una mano la mandó al corner. Aplaudieron hasta los contrarios. A los 14’ Velázquez para Tedesco y éste para Esquivel Breard que ingresaba por izquierda, que le da como viene y Benítez que se estira y contiene. Luego a los 15’ Méndez dejó para Obregón, que levantó, lo ve picar a Toledo y le mete en profundidad, llega el grandote y le da como venía, pero ahí estaba Benítez para rechazar con los puños. Pero “tanto va el cántaro a la fuente...
Ebel que corta y la entrega a Tedesco (vértice del área grande, sector derecho) la deja correr y cuando sale Gaitán le pega. La pelota le tumbó al defensor que cayó de espaldas (pero en su caída, según el árbitro Velozo, la pelota rebotó en sus manos y cobró penal). Sin temor a equivocarnos, no vimos ninguna intención de cometer penal por parte de Gaitán, pero ya era cosa juzgada. Vino la ejecución de Toledo, que el arquero intuyó y hacia allí fue, pero el fuerte remate lo venció. Allí terminó toda resistencia, porque seis minutos después y tras una serie de rebotes a los 47’ otra vez Toledo convirtió para cerrar la cuenta.

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